En momentos en que el virus
de Ébola cobra un protagonismo inusitado por su expansión a
diversos puntos del mundo, se vuelve necesario detener la paranoia y combatirla
con el mejor antídoto: el conocimiento.
En este sentido, Adam Levine, médico y docente de la Brown Medical School, ilustra
acerca de algunos mitos en torno de esta enfermedad, para que sepamos a qué nos
enfrentamos y tengamos claro cómo prevenirlo o combatirlo.
A continuación enumeraremos 5 mitos que, según Levine, se han extendido en torno del Ébola.
“El Ébola es mortal
en todo el mundo”
Si bien existe la chance de que desencadene la muerte, esto
depende de las circunstancias en que la enfermedad se desarrolle. Es obvio que
en el contexto de pobreza y abandono en que se ha sumido a África, los índices
de muertes allí serán muchos más elevados que los de otros países. Por el
contrario, en países occidentales la tasa de mortalidad es muy baja, debido a
las posibilidades que ofrecen los sistemas de salud. Esto debe, por un lado,
aliviarnos; pero por otro, preguntarnos qué es lo que ha llevado al continente
negro a esta situación desesperante.
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El virus de Ébola hace estragos en las poblaciones más pobres del mundo (foto AFP). |
“No hay tratamiento
para el Ébola”
Según Levine, esta es una verdad a medias, ya que si bien no
existen tratamientos para combatir la enfermedad en sí, hay ciertas medidas con
buen grado de efectividad contra el virus, y capaces de incrementar las
posibilidades de supervivencia, aun luego de haber transitado las fases más
peligrosas de la enfermedad. Se destacan la reanimación por medio de fluidos
intravenosos, glóbulos rojos, coagulantes para evitar hemorragias,
antibióticos, hidratación constante, suministro de oxígeno. La detección a
tiempo y el tratamiento en terapia intensiva es indispensable para que este
virus no sea mortal.
“El Ébola es la
enfermedad más contagiosa”
Esto es cierto pues, a diferencia de otras, no se transmite
ni por el aire ni por aerosoles. La varicela, tuberculosis, el sarampión e
incluso la gripe son más contagiosas. Por su parte, informa Levine, el Ébola se contrae
solamente por contacto físico, en especial por fluidos corporales. No obstante, hay quienes han cuestionado este punto, puesto que cuestionan que los fluidos despedidos por un estornudo son suficientes para contagiar. Al margen de esta polémica, una serie de simples precauciones serán suficientes para que el
profesional médico no se contagie: el uso de una vestimenta adecuada y guantes,
y la correcta higienización luego de tratar al paciente.
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(Foto Reuters). |
“Es necesario suministrar
medicamentos experimentales a la mayor cantidad de africanos”
Si bien todo ser vivo al que se suministran medicamentos o
tratamientos experimentales es por definición un experimento, esto no siempre
conlleva una significación negativa. Lo innegable es que la totalidad de los
que participan en estudios experimentales tienen el derecho de recibir, en el
transcurso y al finalizar el tratamiento, la misma protección, lo cual, por
desgracia, no siempre es así. Esto obedece a los pocos recursos que los
poderosos laboratorios dedican a la investigación de enfermedades que se vinculan
con poblaciones pobres, pues los beneficios económicos que recibirían en tal
caso serían escasos.
“No hay nada que
hacer por África, es demasiado pobre”
Muy vinculado con el anterior, Levine menciona este otro
mito. Para el médico, lo trágico del brote obedece a que la mayoría de los
pobladores africanos no tiene acceso a medicamentos, instalaciones
hospitalarias ni a profesionales que hay en Occidente. Tales condiciones
habrían sido más que suficientes para evitar que la enfermedad se extendiera de
manera descontrolada.
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