10 de octubre de 2014

5 mitos sobre el virus de Ébola

En momentos en que el virus de Ébola cobra un protagonismo inusitado por su expansión a diversos puntos del mundo, se vuelve necesario detener la paranoia y combatirla con el mejor antídoto: el conocimiento.
En este sentido, Adam Levine, médico y docente de la Brown Medical School, ilustra acerca de algunos mitos en torno de esta enfermedad, para que sepamos a qué nos enfrentamos y tengamos claro cómo prevenirlo o combatirlo.
A continuación enumeraremos 5 mitos que, según Levine, se han extendido en torno del Ébola.

“El Ébola es mortal en todo el mundo”

Si bien existe la chance de que desencadene la muerte, esto depende de las circunstancias en que la enfermedad se desarrolle. Es obvio que en el contexto de pobreza y abandono en que se ha sumido a África, los índices de muertes allí serán muchos más elevados que los de otros países. Por el contrario, en países occidentales la tasa de mortalidad es muy baja, debido a las posibilidades que ofrecen los sistemas de salud. Esto debe, por un lado, aliviarnos; pero por otro, preguntarnos qué es lo que ha llevado al continente negro a esta situación desesperante.

ébola
El virus de Ébola hace estragos en las poblaciones más pobres del mundo (foto AFP).

“No hay tratamiento para el Ébola”

Según Levine, esta es una verdad a medias, ya que si bien no existen tratamientos para combatir la enfermedad en sí, hay ciertas medidas con buen grado de efectividad contra el virus, y capaces de incrementar las posibilidades de supervivencia, aun luego de haber transitado las fases más peligrosas de la enfermedad. Se destacan la reanimación por medio de fluidos intravenosos, glóbulos rojos, coagulantes para evitar hemorragias, antibióticos, hidratación constante, suministro de oxígeno. La detección a tiempo y el tratamiento en terapia intensiva es indispensable para que este virus no sea mortal.

“El Ébola es la enfermedad más contagiosa”

Esto es cierto pues, a diferencia de otras, no se transmite ni por el aire ni por aerosoles. La varicela, tuberculosis, el sarampión e incluso la gripe son más contagiosas. Por su parte, informa Levine, el Ébola se contrae solamente por contacto físico, en especial por fluidos corporales. No obstante, hay quienes han cuestionado este punto, puesto que cuestionan que los fluidos despedidos por un estornudo son suficientes para contagiar. Al margen de esta polémica, una serie de simples precauciones serán suficientes para que el profesional médico no se contagie: el uso de una vestimenta adecuada y guantes, y la correcta higienización luego de tratar al paciente.

ébola-pobreza
(Foto Reuters).

“Es necesario suministrar medicamentos experimentales a la mayor cantidad de africanos”

Si bien todo ser vivo al que se suministran medicamentos o tratamientos experimentales es por definición un experimento, esto no siempre conlleva una significación negativa. Lo innegable es que la totalidad de los que participan en estudios experimentales tienen el derecho de recibir, en el transcurso y al finalizar el tratamiento, la misma protección, lo cual, por desgracia, no siempre es así. Esto obedece a los pocos recursos que los poderosos laboratorios dedican a la investigación de enfermedades que se vinculan con poblaciones pobres, pues los beneficios económicos que recibirían en tal caso serían escasos.

“No hay nada que hacer por África, es demasiado pobre”

Muy vinculado con el anterior, Levine menciona este otro mito. Para el médico, lo trágico del brote obedece a que la mayoría de los pobladores africanos no tiene acceso a medicamentos, instalaciones hospitalarias ni a profesionales que hay en Occidente. Tales condiciones habrían sido más que suficientes para evitar que la enfermedad se extendiera de manera descontrolada.

Hoy en la Salud, Actualizado el: 10/10/2014


0 comentarios:

Publicar un comentario