31 de marzo de 2014

Mitos y verdades sobre el té verde

A menudo se asocia al té verde con una cantidad enorme de beneficios que su consumo tendría en nuestros organismos.
Es que a primera vista, tras un breve recorrido por Internet, cualquiera diría que no hay bebidas capaces de reunir tantas ventajas como esta.
En tal escenario de continuo flujo informativo, ya no sorprende que día a día se publiquen más y más notas que resaltan los innumerables beneficios del té verde, casi en relación proporcional con otras que echan por tierra los “poderes” de esta infusión. Ahora bien, ¿cuáles son los mitos y verdades sobre el té verde?

Saber milenario…

En realidad, hablar del té verde no se trata de una moda; de hecho, ya a fines del siglo XII, en El Libro del Té, Zen Eisai describía los beneficiosos efectos de consumirlo. Ya entonces se hablaba de sus propiedades medicinales, de lo bueno que resultaba para la piel, el sistema urinario y el cerebro. También se pasaba revista de cómo podía prevenir la indigestión, el cansancio y las consecuencias de la ingesta de alcohol.
En una palabra, la medicina tradicional oriental lo considera prácticamente una panacea, el remedio para toda enfermedad.


La preparación del té es toda una ceremonia en Japón.

…y ciencia moderna

Más acá en el tiempo, la ciencia ha estimado y desestimado, casi a partes iguales, las milenarias bondades del té verde.
Sí se ha asumido que su alto contenido de L-teanina sirve para desarrollar las funciones cognitivas, incluidas la atención, la concentración, la memoria y el aprendizaje.
Además, se cree que esta sustancia es importante para reducir el estrés. Y los antioxidantes, también presentes en el té verde, retardarían la degradación de las células. En consecuencia, esta bebida funcionaría como rejuvenecedor natural de la piel y los dientes, y fortalecedor de los huesos. Sin mencionar su capacidad de quemar las grasas y su consecuente poder adelgazante.
Pero hoy en día, no pocos creen que los proclamados beneficios del té verde no son más que un mito.
Ciertas hipótesis de trabajo hablan de una relación entre el consumo de té verde y una posible reducción del colesterol; además, se estudia si una sustancia presente en el té verde es capaz de proteger a las células contra el ataque del VIH (virus de inmunodeficiencia humana).


Mitos y verdades del té verde
El consumo de té verde se está extendiendo en Occidente.

Muchos de los defensores de esta bebida aseguran que su consumo sostenido reduce el desarrollo de diversos tipos de cánceres, cosa que la Administración de Alimentos y Drogas de los Estados Unidos ha rechazado; no obstante, un trabajo de científicos japoneses afirma que las personas que beben más de tres tazas diarias de té verde tienen un menor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y cáncer.
Otra de las incontables presunciones en torno de los beneficios del té verde afirma que esta infusión contribuye a detener la progresión de enfermedades degenerativas como el mal de Alzheimer, la artritis y la esclerosis. Sus fanáticos no vacilan en decir, lisa y llanamente, que el té verde “alarga la vida”, pues prevendría el mal de Parkinson, evitaría la inflamación de la vesícula biliar y mejoraría la salud de las arterias.

A la espera de certezas

Como vemos, muchas de las supuestas propiedades del té verde aún están por determinarse; y lo mejor al referirse a sus beneficios hoy por hoy es, desgraciadamente, utilizar el potencial. Lo que sí puede decirse con certeza, es que si algún día se prueba de manera irrefutable aunque más no sea la mitad de las propiedades que se le adjudican, estaríamos frente a una bebida que no debería faltar en ningún hogar.
Lo que más tenemos en la actualidad, son, en su mayor medida, mitos sobre el té verde, mucho más que verdades comprobadas.
Por el momento, es recomendable beberlo aunque, lo mismo que con cualquier alimento, en proporciones justas, sin abusar. Incluso hay quienes no descartan una consulta con el profesional médico, pues algunas de las sustancias que contienen podrían resultar nocivas en ciertas condiciones.
Lo que sí podemos decir es que ningún alimento nos dará calidad de vida por sí solo, que no existen milagros en esta empresa de sentirse bien. Depositar toda nuestra esperanza de bienestar en una tacita de té, o en lo que sea, no nos salvará; en verdad, tenemos que encargarnos de estar mejor, llevando un modo de vida saludable y, por supuesto, complementarlo con alimentos ricos en propiedades beneficiosas. Así, quizá no dependamos de una sustancia mágica, sino de nosotros mismos y nuestras ganas de vivir.

Hoy en la Salud, Actualizado el: 3/31/2014

29 de marzo de 2014

Beneficios de tener una mascota

Mucha gente duda a la hora de adoptar una mascota pues, a primera vista, son numerosos desafíos los que propone tener un animalito en casa. ¿Qué haremos con él en vacaciones? ¿Podremos marcarle hábitos? ¿Qué pasa si no nos hace caso o no se adapta?
No obstante, estos “inconvenientes” no son nada en comparación con las enormes ventajas de tener una mascota.

Por qué tener una mascota

En primer lugar, una mascota podrá actuar como un factor de unión en la familia. Y más aún si se adquiere el compromiso de cuidarlo entre todos los habitantes de la casa.
La presencia de un animal servirá para movilizar los afectos en el ámbito hogareño, mejorará la comunicación y permitirá llevar a cabo actividades que comprendan a todos los miembros de la familia.
De más está decir que donde hay mascotas no existe el sentimiento de soledad. Ni siquiera si vives solo. Al verte llegar, tu compañero te recibirá, se mostrará siempre dispuesto a estar contigo y te llenará de alegría; por tu parte —no te avergüences, es común—, es probable que le hables como si fuera una persona.

perro chiquito
Los perros pequeños son ideales para departamentos.

Además, tener una mascota puede ayudarte a estar en línea, sobre todo si es un perro. ¿Cómo? Llevándolo a pasear; tu animalito se divertirá y tú pasarás más tiempo al aire libre. Sin mencionar que seguramente te ayudará a forjar lazos con otras personas que también estén paseando a sus mascotas, intercambiando experiencias y anécdotas.
Por supuesto que el conjunto de cuidados que implica tener un animalito en casa hará que la persona se sienta útil y activa. Por eso son muy recomendables para los ancianos, pues los alejan de la quietud y la inactividad y —no pocas veces ha sucedido— pueden incluso salvarles la vida o ayudarlos en situaciones de peligro. 

Niños y mascotas

La compañía de una mascota es fundamental para los niños; no solo porque se ha demostrado que los pequeños que crecen con animales tienen un sistema inmunológico más fuerte, sino porque una mascota ayuda a que los niños desarrollen sentimientos de empatía, de amistad, respeto y cariño, además de aprender la responsabilidad que exige su cuidado.
Y todo esto marcará el carácter del pequeño, quien logrará un desarrollo integral como persona.
Cada uno de estos puntos se potencia si el niño sufre alguna discapacidad. La fina percepción de los animales los llevará a entablar un vínculo muy estrecho, que será provechoso para ambos. Basta citar el caso de los niños con Síndrome de Down y el cercano lazo que mantienen con sus mascotas.

gato amarillo
El ronroneo del gato tiene un efecto tranquilizante en los humanos.

Mascotas y salud

Desde la ciencia se reafirman día a día los beneficios de tener una mascota. De hecho, se comprobó que el simple contacto con un animal repercute de forma inmejorable en nuestro organismo; al acariciarlos, la presión arterial y el estrés disminuyen, y todo nuestro cuerpo se relaja.
Asimismo, la compañía de un animalito te pondrá de buen humor. ¿A quién no le saca una sonrisa ver cómo juegan un gato o un perro?
Además, la interacción con una mascota deriva en una más rápida y mejor recuperación de enfermedades e intervenciones médicas, lo cual los vuelve aún más aconsejables para las personas mayores. 

Tener mascotas: una tarea responsable

Claro que son numerosos los factores que debes evaluar antes de adoptar un animal. Y podemos resumir en apenas dos palabras lo que hace falta para que ellos estén bien: amor y responsabilidad. No lo dudes: con estos amigos recibirás mucho más de lo que das.

Hoy en la Salud, Actualizado el: 3/29/2014

27 de marzo de 2014

6 alimentos verdes y sus propiedades

A continuación te ofrecemos una lista de seis alimentos verdes con increíbles propiedades para tu organismo. 

Espinaca

Es el alimento verde con mayor cantidad de fibra, además de brindarnos hierro, ácido fólico y antioxidantes. Su ingesta frecuente contribuye a prevenir diversos tipos de cánceres, fortalece el corazón, los huesos, la piel y el pelo. Como si fuera poco, ayuda a prevenir el asma.

espinaca cocida

Té verde

Ciertos estudios indican que es uno de los alimentos más completos que existe. Su gran cantidad de antioxidantes combatirían distintas variantes de cánceres; entre ellos, de mama, pulmón, piel, colon y vejiga. Asimismo, ayuda a la atención, concentración y conocimiento, y reduciría la posibilidad de falencias cardíacas, además de regular el metabolismo y la digestión (para más información con respecto al té verde, visita este enlace).

taza de té verde

Kiwi

Lo principal del kiwi es su alto contenido de vitamina C, E, potasio y ácido fólico. Funciona como un excelente protector del organismo, en especial contra las afecciones respiratorias. Su contenido de fibra favorece el tránsito intestinal. Además, contribuye a quemar calorías.

fruta

Manzana verde

Proporciona buenas cantidades de vitamina C, que refuerza las defensas, y E, que es antioxidante y favorece la fertilidad; por otro lado, tiene interesantes niveles de fibra, que agiliza el funcionamiento intestinal. Por supuesto que una manzana aporta líquido muy necesario para el organismo.

fruta verde

Brócoli

El brócoli contiene vitaminas A, C y K, calcio y ácido fólico. También es buena para mantener el peso y eliminar las grasas, debido a sus altas proporciones de fibra alimentaria y el consiguiente efecto de saciedad que provoca. Además, posee sustancias que combaten a las células cancerígenas.

verdura

Morrón o pimiento verde

Contiene altos niveles de vitamina C, vitamina B6 y del grupo B2, y betacaroteno. Esto lo vuelve muy bueno para evitar enfermedades degenerativas, por ejemplo, cataratas; también previene el cáncer, dolencias cardíacas, hemorragias cerebrales.

morrón verde


Hoy en la Salud, Actualizado el: 3/27/2014

26 de marzo de 2014

Endorfinas: la clave de la felicidad

Se conoce con el nombre de endorfinas a un conjunto de neurotransmisores producidos en nuestro cerebro, más precisamente por el hipotálamo y la glándula pituitaria.
Sus numerosos beneficios se vinculan con su calidad de opioides, lo cual significa, nada más y nada menos, que ejercen en nuestro organismo un efecto similar al de las sustancias derivadas del opio. Por supuesto, con la diferencia de que las endorfinas carecen de los efectos secundarios de las drogas.

Efectos de la liberación de endorfinas

Son muchas las maneras en que la circulación de endorfinas repercute en nuestro organismo. Y antes de mencionar algunas de ellas, vale recordar que no en vano se dice que las endorfinas son la clave de la felicidad.
De hecho, provocan sensaciones de bienestar, placer y alegría; tienen un efecto analgésico y contrarrestan la depresión, el estrés y el dolor físico. Además, estimulan la actividad nerviosa, contribuyen a superar trastornos físicos y/o emocionales con mayor rapidez, y a evitar sus secuelas. También refuerzan los vasos sanguíneos y el sistema inmunológico en general, y actúan como regulador de la presión arterial.
Aparte, un flujo sostenido de endorfinas nos volverá optimistas y subirá nuestra autoestima.
Si hablamos de sus efectos visibles, las endorfinas retrasan el envejecimiento; harán ver más joven nuestra piel y nos llenarán de una seguridad que nadie podrá dejar de advertir.

Chocolate y endorfinas
El chocolate ayuda a producir endorfinas... ¡pero no abuses! Hay otras formas.

Actividades que liberan endorfinas

Ahora bien, ¿cómo podemos ayudar a la segregación de esta hormona? Por suerte, son muchas las variantes.
Sin embargo, hay amplio consenso en que la actividad física es la principal amiga de las endorfinas. De hecho, hacer cualquier ejercicio, como correr, nadar e incluso caminar, será suficiente para que nuestro cerebro reciba la instrucción de liberar endorfinas y llenarnos de bienestar. Si lo hacemos con regularidad, ¡mejor todavía!
Otros modos de producir esta hormona se vinculan con mantener relaciones sociales y sexuales satisfactorias, disfrutar de una buena comida, un café, chocolate, estar al aire libre y viajar; también nos dará placer reír, leer un libro, bailar, escuchar nuestra música preferida y explorar el lado artístico que llevamos dentro. Asimismo, la acupuntura, el yoga y la meditación incrementan la producción de endorfinas, nutriéndote de energía positiva.
Por supuesto que estas actividades, aun llevándose a cabo de manera aislada, servirán para segregar endorfinas, pero su efecto no será demasiado prolongado, pues estas hormonas son rápidamente eliminadas por otras enzimas.
Entonces, lo ideal es poder sostenerlas y realizarlas con asiduidad. De poco servirá hacer ejercicio una vez al mes o darte los gustos cada tanto. Procura escapar de la rutina cuando te sea posible, preocúpate por reír, por ser positivo, cultivar tu faceta artística y social, estar en contacto con la naturaleza, saciar tu curiosidad, aprender, e integrar todo esto a tu modo de vida diario. En fin, averigua qué te gusta y trata de enfocarte en ello. Así conseguirás la verdadera felicidad... o al menos, te acercarás a ella.

Hoy en la Salud, Actualizado el: 3/26/2014

24 de marzo de 2014

Beneficios de saltar la soga

El ejercicio siempre nos remite a la infancia y a los buenos momentos. Pero pocos nos generarán esa sensación como saltar la soga. ¿Quién, siendo pequeño, no tuvo entre sus manos una cuerda, muchas veces improvisada, y no intentó saltar?
Muy bien, debemos decir que, aparte de este factor “emotivo”, saltar la soga es uno de los mejores ejercicios que podemos realizar. No solo por sus enormes beneficios para el organismo, sino porque es simple, no requiere demasiado tiempo ni recursos, permite una gran cantidad de formas de llevarlo a cabo y, por último, podemos hacerlo casi donde se nos antoje.

Los efectos de saltar la soga

Se trata de uno de los mejores ejercicios cardiovasculares. ¿Qué significa esto? Son aquellas actividades que aumentan la capacidad del corazón, volviéndolo más fuerte y resistente, lo que redundará en un incremento de sus funciones y en un mejor aprovechamiento del gasto cardíaco.
Asimismo, saltar la soga ayudará a expandir la capacidad pulmonar y a fortalecer los huesos.
Vale agregar que favorecerá toda tu motricidad y coordinación, puesto que pone en funcionamiento prácticamente la totalidad de tu cuerpo. En cuanto a los efectos más “visibles”, podemos mencionar que trabaja tu físico de modo integral. Las piernas, abdominales y brazos se tonificarán. Y claro, por ser una actividad aeróbica, quemarás muchas grasas y reducirás tu peso, siempre que al mismo tiempo te cuides en las comidas. ¡Por favor, no olvides tener agua a mano, ya que haciendo este ejercicio sudarás como nunca!

Cómo empezar

Lo primordial es conseguirte un espacio en el que puedas ejercitar. Fíjate en la altura del techo, y ten en cuenta que necesitarás espacio hacia adelante, hacia atrás y a los costados.
No menos importante es la indumentaria. Elige ropa ceñida al cuerpo, de modo que no te obstaculice ni se enrede con la soga; por más que haga frío, no te abrigues demasiado. Verás que apenas un minuto de saltar la soga te hará entrar en calor como pocas actividades.
Siguiendo con el vestuario, enfócate especialmente en el calzado: es mejor que tenga alguna especie de amortiguación o, al menos, una suela preparada para practicar deporte. Esto se vuelve relevante si consideramos el impacto repetitivo que recaerá en nuestras piernas.
Resulta clave saber cuál es el largo de soga que más te conviene en función de tu altura. Como regla, se dice que tienes que pararte con los dos pies juntos sobre la soga; luego estira la cuerda, que debe llegarte al pecho. Y ya: ese es el largo adecuado para ti.

Beneficios de saltar la soga
Saltar la soga forma parte del entrenamiento de numerosos deportes.

Maneras de saltar la soga
Como cada cuerpo es distinto, no te diremos nada acerca de cuánto saltar y cuánto descansar… Lo verdaderamente importante es que lleves un ritmo que no te deje exhausto, moderando la actividad y los descansos. Otro consejo es que siempre trates de superarte, ir cada día un poco más allá, ponerte a prueba como si fuera un desafío.
Si nos detenemos en las maneras de saltar la soga, lo más recomendable para los novatos es comenzar saltando con los dos pies en simultáneo, y a un ritmo moderado. Una vez que domines esta técnica, puedes ir innovando. Por lo general, el siguiente paso es intercalar las piernas cada uno o dos saltos. Si notas que no tienes dificultades, aumenta la velocidad y prueba levantando las rodillas hacia el pecho en cada impulso.
Si ves que te aburres con esto, intenta cruzar los brazos adelante o saltar lo bastante alto —y mover la soga lo suficientemente rápido, obvio— para que pase debajo de tus piernas dos veces en cada ocasión: este es el famoso “salto doble”. Además, es posible saltar llevando la soga en la dirección opuesta, es decir, hacia atrás.

Precauciones para saltar la soga

Como siempre decimos, es fundamental que, antes de realizar cualquier actividad física, hagas una consulta con tu médico, quien te dará las mejores indicaciones.
En el caso de saltar la soga, no se indica en personas que padezcan enfermedades óseas, pues el impacto podría empeorar el cuadro, o relacionadas con disfunciones en la respiración.
Recuerda la importancia de tomarte unos minutos para estirar tus músculos antes y después de cualquier actividad física. Así evitarás dolores y posibles lesiones.
En fin, las variantes y los beneficios de saltar la soga son infinitos, y lo mejor es que aquí hay total libertad para hacer lo que se te ocurra. Sí, ¡igual que cuando lo hacías en tu infancia!

Hoy en la Salud, Actualizado el: 3/24/2014

20 de marzo de 2014

Qué es el glaucoma

El glaucoma es una enfermedad del ojo generalmente provocada por el incremento de la presión ocular al interior del órgano de visión. Genera un daño irreversible en el nervio, lo cual, a su vez, va deteriorando la visión, al punto de quitarla por completo.
Decimos “generalmente” porque el grado de correlación entre la presión ocular y el glaucoma no se da en la totalidad de los casos. Es que se ha detectado esta enfermedad en personas con presión ocular baja y, a la inversa, no todos los que tienen presión ocular alta la padecen.
La presión ocular se origina por la dificultad en el drenaje del humor acuoso, un fluido que se ubica en la parte anterior del ojo y es drenado hacia el torrente sanguíneo a través de unos canales situados en el extremo del iris. La acumulación del humor acuoso redunda en el aumento de la presión ocular.

Enemigo invisible

Un dato a tener en cuenta con respecto al glaucoma, es que se trata de una enfermedad que no presenta síntomas y cuya progresión suele ser lenta. En efecto, en la generalidad de los casos no da indicios; solo en las variedades más graves de la enfermedad, y en etapas avanzadas, pueden presentarse señales como dolor y enrojecimiento de ojos, visión nublada, aparición de haces de luz en el campo visual, náuseas y vómitos. Y si no se comienza un tratamiento de inmediato, el deterioro o la pérdida repentina de la visión. Por desgracia, una mínima demora ante la aparición de estos síntomas podría desembocar en daños irreversibles. Y ya será demasiado tarde incluso para consultar con un médico.
Pero lo más usual, como decíamos, es la ausencia de indicadores de alarma. Esto vuelve indispensable la realización de controles periódicos con el profesional oftalmólogo quien, llevando a cabo una variedad de estudios, podrá detectar la enfermedad y planificar un tratamiento. La detección temprana es fundamental: puede significar la diferencia entre ver y no ver, con el agravante de que la ceguera causada por glaucoma es irreversible.
Se calcula que en la actualidad, una de cada seis personas ciegas lo es por causa del glaucoma. Esto habla de la gran incidencia de la enfermedad en la salud visual de la población mundial: de hecho, se estima que para el año 2020 habrá unos 80 millones de afectados por este flagelo.


La detección por parte del oftalmólogo es fundamental para evitar mayores problemas.

Factores de riesgo

Hoy sabemos que la presión ocular elevada no constituye el único factor de riesgo; además, hay otras causas que pueden desembocar en el glaucoma: la edad —las personas mayores de 40 años tienen más riesgo—, la herencia genética y enfermedades como diabetes, miopía, y las cardiovasculares, sin dejar de mencionar las vinculadas con la tensión arterial.

Tratamientos para el glaucoma

En la actualidad hay diversos tratamientos para esta enfermedad, que se pondrán en práctica dependiendo de la variedad y gravedad del glaucoma. Entre los tipos de glaucoma existen el de ángulo abierto —en el que el drenaje se bloquea de manera progresiva—, el de ángulo cerrado —cuando directamente se bloquea el drenaje, precipitando los inconvenientes—, el de tensión normal —cuando se produce sin necesidad de que exista presión ocular alta—, el congénito, y los secundarios, provocados por lesiones en los ojos.
Y a pesar de que la presión ocular alta es solo un aspecto del problema, la mayoría de los fármacos se orientan específicamente a reducirla, bien sea disminuyendo la producción del humor acuoso, o bien acelerando su absorción, por medio de medicamentos que se aplican en gotas, conocidos como colirio.
Por supuesto que en los cuadros de mayor gravedad se acude a procedimientos quirúrgicos. Entre las cirugías podemos mencionar la trabeculoplastia con láser, que se usa para contrarrestar el glaucoma de ángulo abierto; la iridotomía e iridectomía periférica para los casos de ángulo cerrado; la trabeculectomía y la cirugía de derivación acuosa.

Hoy en la Salud, Actualizado el: 3/20/2014

14 de marzo de 2014

Cómo combatir el mal aliento

Se estima que la halitosis, conocida como “mal aliento”, afecta aproximadamente a una de cada cuatro personas. No solo se trata de una cuestión estética, sino que es un problema que abarca la salud de manera integral, ya que el mal aliento puede ser un indicador de diversas enfermedades del aparato digestivo e infecciones, entre ellas, de pulmón, de riñón e incluso diabetes.
Sin embargo, no te asustes si tienes mal aliento, pues en el noventa por ciento de los casos, el motivo principal se aloja en la boca, por los restos de comida y bacterias que se forman, y no por factores de mayor gravedad, como los mencionados más arriba.
Por supuesto que, entre las causas más directas de la halitosis, no pueden dejar de mencionarse la ausencia de higiene bucal, las caries y deterioro de encías y piezas dentales, y la sequedad de la boca, producto de escasa salivación.
A continuación te daremos varios consejos sobre cómo combatir el mal aliento. ¡Toma nota!

Mitos en torno del mal aliento

Antes que nada, es necesario derribar ciertos mitos en torno de este problema. Por ejemplo, existe la creencia de que el café es causante de mal aliento. Sin embargo, estudios realizados por científicos israelíes han probado que no solamente no provoca halitosis, sino que sus componentes naturales pueden neutralizar a las bacterias que la generan.
Ahora detengámonos en otro de los principales apuntados: el ajo. Mal hecho, no solo por sus beneficiosas propiedades, sino porque su influencia en el aliento puede contrarrestarse con facilidad. ¿Cómo? Investigadores norteamericanos demostraron que tomar un vaso de leche en medio de una comida con ajo será suficiente para inhibir el mal aliento.

El mal aliento puede originar problemas en los vínculos de las personas.

Otro trabajo científico publicado en la revista Archives of Oral Biology determinó que el té verde, gracias a sus componentes naturales, es capaz de disminuir la acción del mal aliento.
También se arribó a la conclusión de que el sobrepeso está asociado a la halitosis. ¿Por qué? Porque la dieta de las personas obesas favorece a la sequedad de la boca, una de las principales causas de este problema. Si hablamos de malos hábitos, es conveniente dejar de consumir alcohol y el cigarrillo.
Uno de los consejos más importantes para combatir el mal aliento es implementar una dieta balanceada. No se trata de evitar alimentos, sino más bien de adquirir la costumbre de lavarse los dientes luego de cada comida.

Tips para combatir el mal aliento

· Primero, lávate los dientes con frecuencia, en especial por la noche y luego de comidas intensas. Acompaña la higiene utilizando hilo dental y enjuagues bucales.
· Beber abundante agua, para evitar la sequedad de la boca.
· También puedes masticar hierbas frescas, como romero, perejil y apio, cilantro y semillas de cardamomo.
· El té verde y el té de menta ayudan a evitar el mal aliento.
· Los jugos de frutas, o de zanahoria y melón, contribuirán a la salud de las encías y, por consiguiente, evitarán el mal aliento.
· No fumar y reducir el consumo de alcohol.

¿Y los enjuagues bucales?

Vale aclarar que no es conveniente “tapar” el mal aliento utilizando productos como enjuagues bucales. Lo principal es una buena higiene, que comienza con un cepillado frecuente —dos o tres veces por día— y concienzudo, deteniéndonos en cada sector de la boca, sin olvidar las encías ni la lengua. Los enjuagues bucales son apenas la última parte de la higiene, y de ningún modo la más importante. En efecto, de poco sirven por sí solos si antes no se llevó a cabo un buen lavado con cepillo.

Hoy en la Salud, Actualizado el: 3/14/2014

12 de marzo de 2014

Qué son las várices y cómo prevenirlas

Seguramente cada uno de nosotros conoce a alguien que padece várices y, como consecuencia de ello, se rehúsa a mostrar sus piernas. Pero, ¿qué son las várices?
Se trata de un problema de las venas, los conductos por donde la sangre realiza el viaje entre los diversos órganos del cuerpo y el corazón. Por diversos factores, las venas pueden sufrir ciertas alteraciones que dificultan la correcta circulación de la sangre. Esto hace que el fluido se acumule en la zona afectada, inflamando la vena y dando ese desagradable aspecto.
Si bien pueden afectar a todos, en un 75 % de los casos, las várices son padecidas por mujeres; y de entre ellas, se estima que aproximadamente un 80 % sufre telangietasias, las famosas “arañitas”.
Claro que las cifras no son alentadoras. Sin embargo, hay mucho por hacer si se quiere evitar este problema o, al menos, detenerlo.

Factores de riesgo y prevención

Si nos detenemos en las causas de las várices, debemos decir que las hay de dos tipos: las inevitables y las evitables. En el primer grupo entran la herencia genética, el sexo ––ya mencionamos que la mayoría de las veces afecta a las mujeres––, la edad ––la posibilidad de adquirirlas aumenta de la mano de la edad–– y los desequilibrios hormonales.
En el segundo grupo de factores, los evitables, y en los que hay que enfocarse para prevenir la aparición de várices, podemos mencionar la obesidad, el tabaquismo, la falta de actividad física, el estreñimiento, la exposición al calor y estar parado o sentado por períodos prolongados. Evitar estos hábitos será fundamental para minimizar el efecto de las várices y detener su desarrollo.

Es importante actuar antes de que las várices hayan avanzado demasiado.

A pesar de que en algunos casos no generan molestias físicas, buena parte de quienes padecen várices han indicado una sensación de hormigueo acompañada de ardor y picazón; aparte, claro, de hinchazón y pesadez. También pueden manifestarse a través de calambres y, por supuesto, la emergencia de venas inflamadas con tonalidades verdosas o azuladas, la cara visible del asunto, y en muchas ocasiones el detonante de la (ya tardía) consulta con el médico.
Ante la aparición de estos síntomas se recomienda visitar al médico, ya que se pueden generar complicaciones, como endurecimiento y sequedad de la piel, hemorragias y lastimaduras derivadas del rascado, e infecciones, entre otras. Mientras tanto realízate masajes en las zonas afectadas, hidrátalas con agua y trata de mantener la pierna hacia arriba.
En la consulta, el médico realizará un eco-doppler, que permitirá analizar el flujo de las venas y detectar inconvenientes. Si el problema lo amerita, el profesional podrá indicar medicamentos que fortalezcan a la vena, anticoagulantes y, en ciertos casos, la microcirugía.

Hoy en la Salud, Actualizado el: 3/12/2014

10 de marzo de 2014

7 consejos para entrenar

Por esta época se está produciendo un “boom” de la actividad física. De hecho, a toda hora y en cualquier estación de año se ve gente de diferentes edades haciendo diversos ejercicios: desde correr hasta rutinas aeróbicas elaboradas.
Ahora bien, es necesario tener en cuenta que no todas las personas presentan la misma capacidad a la hora de ejercitar y exigir su cuerpo. Por ello es indispensable realizarse un chequeo con un médico. Lo ideal es visitar, en primera medida, a un especialista en deportología; y en segundo término, a un instructor profesional. Entre ambos te ofrecerán un panorama completo acerca de cuáles son las precauciones y los ejercicios adecuados para tu caso.

El asesoramiento es fundamental a la hora de ejercitar.

Consejos para entrenar


Hasta que consultes a los profesionales, te damos una serie de consejos para ejercitar que te ayudarán a cuidar tu cuerpo.

1 - Es fundamental que antes de comenzar la rutina lleves a cabo un precalentamiento. Esto, además de ir aclimatándote al ejercicio, calentará tus músculos, previniendo lesiones, como por ejemplo, desgarros.

2 - No sobreexigirte. Es mejor que comiences con ejercicios livianos y vayas incrementando la intensidad de a poco. Se ha establecido la conveniencia de no aumentar la actividad en más de un diez por ciento de una semana a otra.

3 - Hidratarte continuamente. No esperes a sentir sed, pues a esa altura ya estarás deshidratándote. Bebe agua aun mientras ejercitas.

4 - No llegues al cansancio extremo.

5 - Interrumpe el ejercicio ante cualquier dolor, y consúltale en detalle a tu médico.

6 - Al terminar la rutina, no pares de golpe, sino de manera paulatina. Por ejemplo, si corriste, no te frenes: trota uno o dos minutos para que tu cuerpo no pase de repente de la intensidad a la quietud.

7 - Por último, tómate unos diez minutos para estirar los distintos grupos musculares. Esto te ayudará a evitar dolores y posibles lesiones, aparte de acelerar la recuperación de las fibras.

Estos consejos te serán muy útiles si quieres comenzar a ejercitar tu cuerpo. No obstante, ten siempre presente que debes consultar con los profesionales correspondientes, quienes te asesorarán y te darán indicaciones precisas acerca de qué puedes hacer y qué debes evitar.



 


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Hoy en la Salud, Actualizado el: 3/10/2014

5 de marzo de 2014

Cómo sentarse frente a la PC

Sabemos que hoy en día mucha gente trabaja desde una computadora. E incluso es común que quienes no la usan para trabajar, le dediquen unas cuantas horas diarias por puro entretenimiento.
Pero así como esta tendencia tiene ventajas, hay que tener en claro algunos consejos importantes, que pueden evitar desde dolores de cabeza y diversas partes del cuerpo, hasta enfermedades crónicas, como lumbalgias o problemas del nervio ciático.

A continuación te damos varios tips que te servirán si pasas varias horas frente a la PC:

* Procura mantener la espalda recta. Para ello, apóyala en el respaldo de la silla, situando tus caderas lo más atrás posible.
* Tus ojos deben quedar a la altura de la parte superior del monitor, de manera que tengas que inclinar apenas hacia abajo la cabeza para mirar la pantalla. Y la distancia entre tu cara y el monitor debe rondar los 50 o 60 centímetros.
* Los antebrazos tienen que formar un ángulo de 90 grados con respecto al tronco. Para esto, lo ideal es tener una silla con apoyabrazos.
* Trata de que tus muslos formen un ángulo de 90 grados con respecto a tu espalda. Si no es posible, usa un apoyapiés. Lo que sí, siempre apoya ambos pies en el suelo. Evita cruzar las piernas.

Cómo sentarse correctamente. Fuente: http://sergimateo.com/ergonomia-en-el-trabajo/

Ahora te damos otros consejos que, si bien no se relacionan con cómo sentarse frente a la PC, te ayudarán a tener una mejor experiencia frente a la computadora.

* Es normal que a causa de la concentración dejes de pestañear con la frecuencia adecuada; esto generará falta de lubricación en tus ojos, con el consecuente ardor, picazón y sensibilidad a la luz, entre otras,  
* Reduce el brillo del monitor. Es posible que un resplandor muy intenso te provoque dolores de cabeza.

Recuerda que es recomendable que de cada hora que pases sentado, uses diez minutos para ponerte de pie y mover un poco tu cuerpo, así como relajar tu vista.

Hoy en la Salud, Actualizado el: 3/05/2014

3 de marzo de 2014

El peso de las mochilas

La vuelta del ciclo lectivo implica numerosas preocupaciones para los padres. Pero de todas ellas, hay una que suele ser ignorada y resulta ser de vital importancia: el peso de las mochilas en las espaldas de los chicos.
Lo cierto es que no detenerse en la relevancia de este tema puede desembocar en daños para los pequeños. Ahora bien, ¿en qué hay que fijarse con especial atención?
Son dos los aspectos principales: el peso que se carga en la mochila, por un lado, y la forma en que se coloca, por otro. Un dato que no hay que olvidar es que, según se estableció desde la medicina, un niño no debería cargar más que un diez por ciento de su peso corporal total. Es decir que un niño que pesara treinta kilos no podría cargar más de tres kilos en su espalda.
Una mochila con demasiado peso o mal utilizada puede provocar, entre otros males, desviaciones en la columna. Es lo que se conoce con el nombre de “subluxaciones vertebrales” que, según su gravedad, son capaces de disminuir o incluso cortar por completo el flujo del impulso nervioso.
Si bien los menores están sujetos a este flagelo a causa de golpes o caídas comunes, es fundamental que los padres los liberen de sufrir pesos innecesarios en la espalda.

Las mochilas carrito son las más recomendables.

¿Qué podemos hacer?


Por suerte hay varios consejos que pueden darse para ahorrar malestares a nuestros hijos. Lo más recomendable es optar por las mochilas “carrito”, que cuentan con ruedas, lo que le permite al niño arrastrarlas sin tener que soportar pesadas cargas.
En caso de que se trate de mochilas tradicionales, es fundamental tener en cuenta algunos tips. Elige las que tienen el respaldo acolchado. Aparte, hay que saber cómo distribuir los elementos en función del peso. Lo mejor es colocar los más pesados pegados a la espalda y bien centrados, de manera que el peso no se desbalancee, provocando que el niño se desequilibre hacia uno de los lados.
Además, hay que erradicar la costumbre de cargar la mochila por una sola tira, puesto que también se generarán desequilibrios que perjudicarán la columna y los hombros.
Por otro lado, hay que organizar los elementos y carpetas de modo que los niños no lleven todo todos los días. Separar las carpetas y libros teniendo en cuenta los días en que se dan las asignaturas ayudará a reducir en buena medida el peso.
Para terminar, se estableció que no es conveniente cargar la mochila por un lapso mayor que quince minutos; y claro, se recuerda el enorme valor que tiene fomentar la actividad física en los niños, lo que redundará en un cuerpo más fuerte, balanceado y con una postura correcta, factores que ayudarán a prevenir este tipo de dolencias.

Hoy en la Salud, Actualizado el: 3/03/2014