15 de octubre de 2014

Consejos para entrenar al aire libre

El hemisferio sur ya está entrando en la época de altas temperaturas y, como sucede cada año, mucha gente comienza la “carrera contra el tiempo” para ponerse en forma de cara al verano. Algunos eligen el gimnasio, pero otros que no gustan del encierro de los gimnasios se inclinan por entrenar en otros ámbitos. Aquí te ofreceremos consejos para entrenar al aire libre.
Hemos visto, en casi todas las ciudades, cómo las plazas y parques públicos se poblaron de estaciones deportivas y máquinas para realizar ejercicios. Esto habla de la tendencia creciente hacia la actividad física, sin dudas, uno de los hábitos más saludables en un tiempo en que la tecnología nos sume en el aislamiento y el sedentarismo.

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Sea solo o acompañado, la ciudad ofrece infinidad de posibilidades para entrenar.

Recomendaciones para entrenar al aire libre

La primera ventaja es el contacto con la naturaleza, pues esa cercanía redunda en una mayor relajación, aparte de facilitar la oxigenación.
El punto de partida es la elección del lugar donde se entrenará. Hay parques cercanos al centro de la ciudad, que pueden ser ruidosos y, según cada persona, pueden perjudicar la concentración o no. En el primer caso, se recomienda inclinarse por un sitio más tranquilo.
Hay que tener en cuenta, también, los elementos que se utilizarán para el entrenamiento. Si la rutina consiste en correr o andar en bicicleta, lo mejor es llevar la menor cantidad posible de elementos o, de lo contrario, proveerse de una riñonera que nos posibilite tener las manos libres.
En cambio, si el entrenamiento constara de otro tipo de ejercicios, como sentadillas y flexiones, se aconseja llevar un bolso con los elementos que se usarán: pequeñas pesas, una manta, líquido y toalla. Y, ¡por supuesto!, no olvidar el repelente, para que los mosquitos no arruinen nuestra rutina. Aquí puedes conocer otros consejos para entrenar.

Qué ejercicios realizar

No olvides nunca la importancia de llevar a cabo un precalentamiento para acondicionar tu cuerpo al ejercicio, seguido de una serie de estiramientos.
Al contrario de lo que los amantes de los gimnasios podrían pensar, hay infinidad de ejercicios posibles si se desea entrenar al aire libre. Flexiones de brazo, sentadillas, estocadas, abdominales, utilizar un step improvisado ––una pequeña pared o escalón––, utilizar las barras, si las hay, para hacer dominadas. Y claro, si se cuenta con mancuernas, ejercitar los brazos; otra buena opción son las tobilleras o muñequeras con peso, que servirán para aumentar la intensidad de la rutina. Por último, cualquier ejercicio que se realice con el peso del propio cuerpo siempre resulta una opción interesante.

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Una manta es indispensable para ejercitar en el suelo.

 ¿Personal trainer?

La opción del personal trainer depende de cada uno. Hay quienes pueden trazarse los objetivos sin ninguna ayuda externa y son capaces de llevarlos a cabo con buenos resultados. Pero si eres de esas personas que necesitan de alguien que actúe como guía durante el proceso, un entrenador te será muy útil no solo para cumplir tus metas, sino también para mostrarte la manera correcta de hacer los ejercicios.
No olvides nunca nuestra recomendación de cabecera: ¡consulta a tu médico antes de ejercitar!

Hoy en la Salud, Actualizado el: 10/15/2014

10 de octubre de 2014

5 mitos sobre el virus de Ébola

En momentos en que el virus de Ébola cobra un protagonismo inusitado por su expansión a diversos puntos del mundo, se vuelve necesario detener la paranoia y combatirla con el mejor antídoto: el conocimiento.
En este sentido, Adam Levine, médico y docente de la Brown Medical School, ilustra acerca de algunos mitos en torno de esta enfermedad, para que sepamos a qué nos enfrentamos y tengamos claro cómo prevenirlo o combatirlo.
A continuación enumeraremos 5 mitos que, según Levine, se han extendido en torno del Ébola.

“El Ébola es mortal en todo el mundo”

Si bien existe la chance de que desencadene la muerte, esto depende de las circunstancias en que la enfermedad se desarrolle. Es obvio que en el contexto de pobreza y abandono en que se ha sumido a África, los índices de muertes allí serán muchos más elevados que los de otros países. Por el contrario, en países occidentales la tasa de mortalidad es muy baja, debido a las posibilidades que ofrecen los sistemas de salud. Esto debe, por un lado, aliviarnos; pero por otro, preguntarnos qué es lo que ha llevado al continente negro a esta situación desesperante.

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El virus de Ébola hace estragos en las poblaciones más pobres del mundo (foto AFP).

“No hay tratamiento para el Ébola”

Según Levine, esta es una verdad a medias, ya que si bien no existen tratamientos para combatir la enfermedad en sí, hay ciertas medidas con buen grado de efectividad contra el virus, y capaces de incrementar las posibilidades de supervivencia, aun luego de haber transitado las fases más peligrosas de la enfermedad. Se destacan la reanimación por medio de fluidos intravenosos, glóbulos rojos, coagulantes para evitar hemorragias, antibióticos, hidratación constante, suministro de oxígeno. La detección a tiempo y el tratamiento en terapia intensiva es indispensable para que este virus no sea mortal.

“El Ébola es la enfermedad más contagiosa”

Esto es cierto pues, a diferencia de otras, no se transmite ni por el aire ni por aerosoles. La varicela, tuberculosis, el sarampión e incluso la gripe son más contagiosas. Por su parte, informa Levine, el Ébola se contrae solamente por contacto físico, en especial por fluidos corporales. No obstante, hay quienes han cuestionado este punto, puesto que cuestionan que los fluidos despedidos por un estornudo son suficientes para contagiar. Al margen de esta polémica, una serie de simples precauciones serán suficientes para que el profesional médico no se contagie: el uso de una vestimenta adecuada y guantes, y la correcta higienización luego de tratar al paciente.

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(Foto Reuters).

“Es necesario suministrar medicamentos experimentales a la mayor cantidad de africanos”

Si bien todo ser vivo al que se suministran medicamentos o tratamientos experimentales es por definición un experimento, esto no siempre conlleva una significación negativa. Lo innegable es que la totalidad de los que participan en estudios experimentales tienen el derecho de recibir, en el transcurso y al finalizar el tratamiento, la misma protección, lo cual, por desgracia, no siempre es así. Esto obedece a los pocos recursos que los poderosos laboratorios dedican a la investigación de enfermedades que se vinculan con poblaciones pobres, pues los beneficios económicos que recibirían en tal caso serían escasos.

“No hay nada que hacer por África, es demasiado pobre”

Muy vinculado con el anterior, Levine menciona este otro mito. Para el médico, lo trágico del brote obedece a que la mayoría de los pobladores africanos no tiene acceso a medicamentos, instalaciones hospitalarias ni a profesionales que hay en Occidente. Tales condiciones habrían sido más que suficientes para evitar que la enfermedad se extendiera de manera descontrolada.

Hoy en la Salud, Actualizado el: 10/10/2014