17 de septiembre de 2013

La importancia de las proteínas

Las proteínas son parte indispensable de nuestra alimentación por los beneficios que aportan al organismo. El principal se relaciona con su participación en la formación, mantenimiento y reparación de cada uno de los tejidos del cuerpo, lo cual incluye a los órganos, los músculos, las uñas, el pelo y la piel.
Pero su función no termina allí: aparte, tienen importancia en la formación de anticuerpos y hormonas, lo que hace de las proteínas un nutriente esencial que no podemos obviar en nuestra alimentación.
Sin embargo, la lista de beneficios continúa, pues participan en la coagulación de la sangre, en el transporte de sustancias por medio de la sangre, y en la contracción muscular.
Ahora bien: ¿dónde encontramos las proteínas?
Si bien las proteínas están muy distribuidas en los alimentos, hay algunos en particular con una concentración mayor. Antes de mencionar los alimentos con más contenido de proteínas, vale la pena distinguir entre las llamadas proteínas completas y las incompletas.

Las proteínas completas

Son aquellas que por sí solas ––es decir, sin necesidad de ser combinadas con otros alimentos–– nos aportan los aminoácidos esenciales. En este grupo se destacan la leche, el yogur, el queso, los diversos tipos de carnes: rojas, de pescado, de pollo, y la clara de huevo, que contiene proteínas de muy buena calidad.
Debido a que la carne es uno de los alimentos que más se citan a la hora de hablar de proteínas, surge la pregunta por aquellos que optan por una alimentación vegetariana: ¿llegan a cubrir sus requerimientos proteicos recurriendo solo a los lácteos? Por suerte, como los lácteos entran en el grupo de las proteínas completas, la respuesta es sí. O sea que un vegetariano bien puede suplir, mediante lácteos, las proteínas que deja de consumir al evitar la carne.

Las proteínas completas.

Pero no todo es color de rosa con las proteínas: ocurre que, por lo general, los alimentos ricos en proteínas también tienen altos contenidos de grasa, por lo cual es indispensable medir su consumo. Entonces, si se trata de lácteos, optar siempre por los descremados. Y por supuesto, en el caso de las carnes, elegir los cortes con menos contenido graso.

Las proteínas incompletas

Este grupo de proteínas se encuentran en las legumbres, los cereales y los frutos secos. Estas se caracterizan por requerir, a la hora de su absorción, de una combinación con otros alimentos.
Por ejemplo, si ingerimos cereales ––en el grupo de los cereales se incluyen los derivados: harinas, arroces, fideos, pan–– en combinación con legumbres, obtendremos proteínas de excelente calidad. ¿Por qué? Porque los aminoácidos que le faltan al cereal serán compensados por las legumbres, y juntos conformarán una proteína completa de calidad similar a la de la carne o los lácteos. Sin dudas, una buena noticia para los que no consumen alimentos derivados de animales, como carnes, lácteos y huevos.

Ejemplos de proteínas incompletas.

Ya saliendo del campo vegano, otras combinaciones posibles son el pan con el queso, el arroz con leche, el yogur con cereales; y también es interesante la posibilidad que nos ofrece la harina de maíz, ya que al prepararla con leche, y no con agua, nos proporcionará proteínas completas.

Proteínas para todos

En fin, las proteínas son un componente esencial en nuestra nutrición; y como nos dan la ventaja de encontrarse en diversos tipos de alimentos, todos ––más allá de sus preferencias a la hora de comer–– las tenemos a nuestro alcance.

Hoy en la Salud, Actualizado el: 9/17/2013


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