Cada vez con mayor frecuencia se oye el término “normas de seguridad alimentaria”. Pero,
¿a qué se refiere en verdad y en qué se relaciona con nuestra salud? A
continuación lo explicaremos.
Estas normas se vinculan con el manejo de los alimentos a
fin de evitar la posibilidad de contraer enfermedades que pueden ser
transmitidas por las comidas que manipulamos día a día.
Hace ya 14 años, en 2000, la OMS publicó una resolución por
medio de la cual se reconoce la importancia de la salud alimentaria,
difundiendo a su vez una serie de medidas tendientes a reducir el riesgo de
enfermedades.
De acuerdo con esta resolución, son tres los enemigos de los
que debemos cuidarnos en la cocina: la suciedad, el calor y la humedad.
Las normas de seguridad alimentaria más importantes
Ante el problema que implica la manipulación de alimentos y
las condiciones en que se da, hay acciones que pueden disminuir en gran medida
el peligro de sufrir vómitos, diarrea y fiebre, algunos de los síntomas más
habituales de la contaminación alimentaria.
Cuidado de las manos
- No olvides la limpieza del que es, acaso, el mayor vehículo de gérmenes: las manos. Lávalas antes de cocinar y de comer, luego de ir al baño, de manipular dinero, de tocar mascotas, y siempre al regresar a casa.
Las manos son uno de los mayores vehículos de gérmenes. |
Potabilización del
agua
- Si en donde vives no cuentas con agua potable, tú mismo puedes potabilizarla agregando dos gotas de lavandina por cada litro de agua, o bien hirviéndola por cinco minutos.
Manipulación de
alimentos
- Lava con mucho cuidado las frutas y verduras.
- Mantén los alimentos a resguardo de moscas, cucarachas y demás animales. No olvides que una buena higiene de toda la cocina alejará a estas plagas.
- Si tienes que dejar alimentos a temperatura ambiente, cúbrelos con repasadores limpios.
- No congeles alimentos que ya han sido descongelados.
- No es recomendable descongelar alimentos a temperatura ambiente; lo mejor es hacerlo en la heladera o en el proceso mismo de cocción.
- Cocina de manera adecuada los alimentos, en especial las carnes —vacunas, de pollo y de pescado— y los huevos.
Si el centro de la carne es aún muy rojo, se debe continuar la cocción. |
- Si no vas a ingerir de inmediato los alimentos que acabas de elaborar, guárdalos en la heladera o, de ser posible, en el freezer.
- A la hora de cocinar, procura evitar el contacto entre los alimentos crudos y cocidos, como así también entre los utensilios que usas para unos y otros.
- Si vas a consumir alimentos ya cocidos que fueron refrigerados, caliéntalos de la siguiente manera: con el fuego mínimo y hasta que el interior del alimento tome una temperatura elevada. Si se trata de alimentos que se comen fríos, sácalos de la heladera justo antes de ingerirlos.
- Mantén limpia toda la cocina. Recuerda que los gérmenes no solo pueden provenir de los alimentos, sino también del ambiente. Por eso, limpia con agua y lavandina las mesadas, pisos y paredes de la cocina. Por supuesto, no olvides los utensilios que utilizarás para cocinar.
- Erradica la humedad. La humedad es enemiga de la salud alimentaria. Puedes evitarla secando los platos, cubiertos, mesadas y piletas no bien los lavas. Como la cocina es un ambiente que propicia la acumulación de humedad, es bueno mantener una buena ventilación.
- Revisa con atención la fecha de caducidad de los productos que utilices, y deséchalos si notas manchas o sabores extraños.
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