La importancia de la hidratación

Sabemos que el agua en un componente fundamental de nuestro cuerpo. Y basta, para sustentar esta afirmación, consignar algunos datos más que elocuentes: el agua compone el 75 % del cerebro; un 85 % de la sangre; un 70 % de la masa muscular y más de un 20 % de nuestros huesos. Esto es suficiente para reiterar la importancia de la hidratación.

El agua, sinónimo de salud

Si hablamos del organismo en general, concluiremos que el agua representa entre un 55 y 60 %. El agua es, entonces, el componente más abundante e importante para el correcto desarrollo de las funciones biológicas.

Pues bien, está claro, teniendo en cuenta lo ya dicho, el valor de mantener el cuerpo con una buena hidratación; es decir, con un nivel tal de agua que le permita llevar adelante con normalidad todas sus funciones.

El agua compone un 60 % de nuestro organismo.

El agua se torna importante no solo cuando entra al organismo, sino también cuando sale. En el primer caso, por ejemplo, actúa como transporte de los nutrientes que ingerimos, viajando a través de la sangre y demás líquidos del organismo. Por otro lado, contribuye a la humedad de los tejidos, entre ellos la piel, y a la descomposición de los alimentos que ingresan a nuestro organismo.

Como decíamos, su función no es menos importante cuando “sale” de nosotros, en diversas formas. Como orina, ayuda a eliminar toxinas, y algo similar ocurre con el sudor que, además, sirve para regular la temperatura del cuerpo.

Hidratarse no es solo tomar agua

Hay mucha gente que no gusta de tomar agua. Sin embargo, esto no significa que su hidratación deba ser insuficiente. Por el contrario, existen numerosas alternativas a la hora de beber.

Es interesante saber que, dentro de los dos o tres litros de líquido que se recomiendan por día, pueden contarse las infusiones e incluso los lácteos. Otra buena fuente de líquido son las hortalizas y frutas. Entre ellas, hay algunas con alto contenido de líquido, como el tomate, el pepino, la zanahoria, repollo, espinaca… prácticamente todas. En el grupo de las frutas se destacan las naranjas, mandarinas, manzanas, la sandía, kiwi, frutilla…

Aparte de su valor hidratante, estos alimentos son fuente de vitaminas, minerales y fibra. Acompañados por proteínas de origen animal, potenciarán todos sus beneficios.

Las frutas son una inmejorable fuente de líquido vital para el organismo.

Otras opciones

Hay todavía más variantes para aquellos que no gustan demasiado del agua. Las alternativas más buscadas suelen ser los licuados, batidos y jugos de frutas. Siguiendo en la línea de los postres, una excelente fuente de agua es la gelatina, por supuesto que en su versión light.

Como puede verse, son muchísimas las opciones. Así que… te guste o no el agua, te gusten o no las hortalizas, no tienes excusas para darle a la hidratación la importancia que merece.

Algunos consejos

• Si practicas deportes, no olvides hidratarte antes, durante y después de la actividad.
• Es muy probable que en los días de calor se incremente tu transpiración; por ello será necesario beber más líquido.
• No esperes a tener sed para tomar líquido; para ese momento ya habrás empezado a deshidratarte.
• Si pierdes mucho líquido, por ejemplo al realizar deportes, una bebida para deportistas te será de gran ayuda, pues no solamente te hidratará, sino que además te aportará sales minerales importantes.

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