15 de abril de 2014

Beneficios de la actividad física en ancianos

Como siempre decimos, una de las mejores maneras de mantenerse joven y saludable es realizando ejercicio con regularidad. Y si bien esta sentencia ya ha pasado a formar parte del saber popular, día tras día científicos de diversas partes del mundo no hacen más que confirmar los beneficios de la actividad física en ancianos.
Por ejemplo, investigadores suecos han comprobado que mantenerse activo es un factor de prevención ante ciertas enfermedades cognitivo-degenerativas, como el mal de Alzheimer y la demencia. Esto se suma a las ya conocidas ventajas que la actividad física supone para evitar problemas cardiovasculares.
Pero claro que el ejercicio también repercute en un mejoramiento del cuerpo. Vale recordar que las capacidades físicas van disminuyendo con el tiempo, entre otros motivos, por la pérdida de masa muscular, proceso que comienza alrededor de los 40 años, y el debilitamiento de los huesos.
Hacer actividad física otorgará más resistencia y quemará la grasa del cuerpo. Además, puede ser prescripta como medio de rehabilitación o recuperación tras enfermedades, o simplemente para sentirse bien, ya que también se ha probado que la liberación de endorfinas generada por el ejercicio nos llena de felicidad.
La realización de actividad física no solo brindará energía al anciano, sino que le dará la posibilidad de relacionarse con otra gente, de compartir momentos y experiencias. Estar en movimiento ayudará a evitar atrofias y otorgará vitalidad a los músculos, algo que repercutirá de manera muy positiva en la vida cotidiana, desde el punto de vista de la autonomía.

Qué actividades llevar a cabo

Por supuesto que el cuerpo de un anciano es muy distinto del de una persona joven. Sin embargo, esto no quita que los mayores puedan realizar numerosas actividades físicas. A continuación te mencionamos algunas que resultan ideales para los adultos.
El Yoga es una de las más recomendadas, ya que no implica movimientos bruscos y, aun así, contribuye a fortalecer los músculos y ampliar la capacidad respiratoria. Aparte, trabajará las articulaciones de todo el cuerpo.
En segundo lugar, la natación. Al igual que el Yoga, la natación, o bien, la gimnasia acuática, carece de impacto y otorga fuerza y coordinación, a la vez que saber manejarse en el agua puede llenar de confianza a la persona y, por qué no, ser de mucha utilidad en situaciones de peligro.

Acquagym
La gimnasia acuática es una de las opciones más recomendables.




Una simple caminata, ya sea en soledad, en grupo o acaso con una mascota, también traerá incontables beneficios que trascenderán lo estrictamente físico e incluirán la faceta social.
Otra opción más que interesante es el baile. De hecho, aparte de la actividad física, tomar clases de baile permitirá establecer vínculos con gente que se encuentra en condiciones similares. Y, quién lo dice, a lo mejor sirva para reencontrarse con uno de los mejores rejuvenecedores: el amor.
Por último, andar en bicicleta ya requiere de ciertos grados de coordinación y equilibrio de los que muchos ancianos quizás carezcan. No obstante, una buena opción es la bicicleta fija, que mejorará la postura y fortalecerá en gran medida las piernas, factores que darán estabilidad y prevendrán las peligrosas caídas.
Al margen de la alternativa que elijas, ¡nunca olvides hacer un precalentamiento para no dañar tus músculos!

Antes de empezar…

Nunca nos cansaremos de reiterarlo: seas anciano, joven o como quiera que te consideres, es indispensable que antes de ponerte a ejercitar, lleves a cabo una consulta con tu médico —si es posible, con un profesional dedicado a la medicina del deporte— y lo pongas al tanto de tus problemas, fortalezas y debilidades. Así, el médico podrá preparar rutinas que se adapten a tus necesidades particulares y, claro, evitarás lesiones y malos momentos.
En cuanto sepas que todo está en orden, es importante que, aunque cueste al comienzo, puedas crearte el hábito de ejercitar al menos tres veces por semana, unos cuarenta minutos cada vez. Si lo haces muy espaciadamente, el bienestar será pasajero; en cambio, si te dedicas a ello con entusiasmo, experimentarás un verdadero y profundo cambio en tu vida. Y entonces probarás los beneficios de la actividad física.

Hoy en la Salud, Actualizado el: 4/15/2014


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