Según su origen
latino, la palabra sedentarismo significa “estar sentado”. Hoy, sin embargo,
sabemos que la vida sedentaria implica muchas otras cosas que pueden acarrear
varios problemas de salud. A continuación pasaremos revista a los peligros del sedentarismo.
¿Quiénes son
sedentarios? Se considera sedentarias a las personas que pasan ocho horas
diarias sentadas. Si a esto se le suma una dieta poco saludable y escaso
ejercicio físico, es muy factible que el estado de salud general se vea
deteriorado.
Consecuencias de estar quieto
En primer lugar,
la quietud tiene un impacto negativo en los músculos, que son los responsables
de darnos fuerza y ayudarnos a mantener la postura erguida. Esto es una
dificultad no solo a corto, sino a largo plazo; cabe recordar que a partir de
los 40 años comienza a darse una pérdida de masa muscular, y la combinación de
estos dos factores puede resultar muy grave.
Por otro lado,
también como consecuencia de la falta de movimiento, se verán resentidos los
huesos, lo que aumentará el riesgo de padecer osteoporosis. Si a esto sumamos
que la falta de movimiento conlleva un aumento de peso y los huesos deberán
soportar más kilos, el cuadro se torna más perjudicial.
Además, la
inactividad física puede generar problemas cardiovasculares. De hecho, se ha comprobado
que un modo de vida sedentario elevará al doble la probabilidad de sufrir
enfermedades del corazón.
Aparte, se ha
asociado el sedentarismo con el desarrollo de ciertos tipos de cánceres, como el
de colon o vejiga, diverticulitis y diabetes de tipo 2.
El sedentarismo también puede afectar a los más chicos. |
El mejor remedio: movimiento
Quizá no lo
imagines, pero la quietud física tiene una influencia negativa en las
habilidades cognitivas; es que cuando el cuerpo se mueve, el organismo se
renueva mediante la circulación de sangre y oxígeno que llegan a todos los
órganos, manteniéndolos en actividad constante. En efecto, está probado que la
mente trabaja mejor cuando el cuerpo se halla en movimiento.
Con relación a
esto, el ejercicio físico nos ayudará a gastar energía y, por consiguiente,
conciliar el sueño con mayor facilidad. Por último, si eres varón, debes saber
que la falta de movimiento hace que la producción y calidad de los espermatozoides
se vea reducida, y es muy factible que genere problemas de erección.
Es necesario
aclarar que el sedentarismo no debe relacionarse exclusivamente con el trabajo, sino también
con su contracara: el ocio. De hecho, gran cantidad de personas pasan mucho
tiempo sentadas enfrente del televisor, el ordenador o consolas de videojuegos, lo cual, combinado con ciertos hábitos
alimenticios, puede traer consecuencias negativas para la salud.
Cómo combatir el sedentarismo
Si por tu trabajo
estás obligado a permanecer sentado mucho tiempo, o simplemente si eres de los
que gustan de estar cómodos en su casa, hay algunos tips que te pueden ayudar a
contrarrestar los peligros del
sedentarismo.
Por ejemplo,
resulta muy conveniente que trates de tomarte al menos unos cinco minutos por
cada hora de trabajo sentado. Lo ideal es que te pares y muevas tus
extremidades, para “activar” y estirar tus músculos.
Luego, en el día
a día, lo mejor es que ejercites durante media hora, para que el cuerpo se
rejuvenezca y se vuelva más fuerte contra enfermedades como el cáncer, la
osteoporosis, la diabetes y la hipertensión, algunas de las vinculadas con el
sedentarismo. Si no dispones de demasiado tiempo, puedes tomar pequeñas
decisiones que contribuirán con tu salud; subir y bajar por las escaleras en
lugar del ascensor, moverte en bicicleta y realizar tus compras caminando serán
un buen punto de partida.
Como decíamos, si
no te queda más alternativa que estar mucho tiempo sentado, podrás reducir los
efectos del sedentarismo no solo por medio del ejercicio físico, sino también
alimentándote de manera más saludable. Evitar las grasas y los refrescos
azucarados, e incrementar el consumo de frutas y verduras es un primer paso.
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