El omega 3 es un ácido graso que está presente en ciertos
alimentos y resulta fundamental para una buena nutrición y mantenimiento
general del organismo.
A continuación te contamos algunas de las funciones que
ejerce este ácido graso en nuestro cuerpo. Así entenderás muy bien la importancia del omega 3.
Propiedades del omega 3
Estudios científicos asociaron el consumo de buenas
cantidades de omega 3 con una menor formación de coágulos en de la sangre. ¿Qué
significa esto? Ni más ni menos, que se reduce en gran medida el peligro de
enfermedades cardiovasculares. De hecho, en aquellas partes del mundo en donde
más se ingiere esta sustancia, casi no se registran problemas de este tipo.
También se cree que la ingesta de omega 3 repercute de
manera favorable en nuestro cerebro, y también que ayudaría al desarrollo del
feto, hecho por el cual se les suele prescribir a las embarazadas.
El omega 3 es fundamental para el buen desarrollo del feto. |
Otras experiencias demostraron que puede incidir en el
rendimiento intelectual y reducir la depresión.
Por otro lado, contribuye a la correcta formación de la
retina, las hormonas y las membranas celulares, fortaleciendo al sistema
inmunológico y al nervioso.
Además, en la actualidad se investiga si el consumo de omega
3 resulta beneficioso para tratar o prevenir la esquizofrenia, el trastorno
bipolar y la demencia; y si es provechosa para pacientes con diabetes tipo 2 y
fibrosis quística.
Por último, se cree que el consumo de omega 3 podría usarse
para la prevención y tratamiento de cáncer de mama, de colon y de próstata. No
obstante, estas hipótesis están en proceso de investigación y aún no han sido
totalmente comprobadas.
Fuentes de omega 3
Debido a que el omega 3 no puede ser producido por el
organismo de manera natural, no tenemos más opción que “tomarlo” de los
elementos que nos ofrece la naturaleza. Pero, ¿en dónde podemos encontrar esta
valiosa sustancia?
La principal fuente de omega 3 son los peces de agua fría.
Entre ellos, el salmón y los llamados “pescados azules”: atún, anchoas,
anguilas, jurel y sardina son los más conocidos.
El salmón es una de las mayores fuentes de omega 3. |
Si salimos del mundo animal, podemos mencionar las semillas
de chía, las de lino y las de calabaza; y la Sacha Inchi, un tipo de maní
presente en la zona amazónica. También se destacan las nueces y almendras.
La lechuga, espinaca, los repollos de Bruselas, la soja y el
pepino son otros de los alimentos con buen contenido de omega 3, por lo cual no
deberían faltar en nuestra dieta diaria.
Por supuesto que, ante la reconocida importancia del omega 3, muchos laboratorios ya elaboran
complementos alimenticios que incluyen esta valiosa sustancia.
Omega 3 y omega 6
Cabe destacar que varias de las fuentes de omega 3 pueden
contener también omega 6, sustancia mayormente encontrada en alimentos grasos y
piel de animales. Para no extendernos demasiado ahora, diremos solo que la
proporción recomendable entre estos dos aceites debe ser la siguiente: cuatro
de omega 6 y una de omega 3. Lejos de ello, en las dietas actuales la relación
oscila entre diez y treinta de omega 6 y uno de omega 3.
Este desequilibrio puede generar problemas cardíacos,
osteoporosis, artritis, depresión, inestabilidad emocional y procesos
inflamatorios, por lo cual la justa medida entre omega 3 y omega 6 debe ser de especial cuidado en nuestra alimentación.
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