El ejercicio siempre nos remite a la infancia y a los buenos
momentos. Pero pocos nos generarán esa sensación como saltar la soga. ¿Quién,
siendo pequeño, no tuvo entre sus manos una cuerda, muchas veces improvisada, y
no intentó saltar?
Muy bien, debemos decir que, aparte de este factor
“emotivo”, saltar la soga es uno de los mejores ejercicios que podemos
realizar. No solo por sus enormes beneficios para el organismo, sino porque es
simple, no requiere demasiado tiempo ni recursos, permite una gran cantidad de
formas de llevarlo a cabo y, por último, podemos hacerlo casi donde se nos
antoje.
Los efectos de saltar la soga
Se trata de uno de los mejores ejercicios cardiovasculares. ¿Qué significa esto? Son aquellas
actividades que aumentan la capacidad del corazón, volviéndolo más fuerte y
resistente, lo que redundará en un incremento de sus funciones y en un mejor
aprovechamiento del gasto cardíaco.
Asimismo, saltar la soga ayudará a expandir la capacidad
pulmonar y a fortalecer los huesos.
Vale agregar que favorecerá toda tu motricidad y coordinación, puesto que pone en funcionamiento prácticamente la totalidad de tu cuerpo. En cuanto a los efectos más “visibles”, podemos mencionar que trabaja tu físico de modo integral. Las piernas, abdominales y brazos se tonificarán. Y claro, por ser una actividad aeróbica, quemarás muchas grasas y reducirás tu peso, siempre que al mismo tiempo te cuides en las comidas. ¡Por favor, no olvides tener agua a mano, ya que haciendo este ejercicio sudarás como nunca!
Vale agregar que favorecerá toda tu motricidad y coordinación, puesto que pone en funcionamiento prácticamente la totalidad de tu cuerpo. En cuanto a los efectos más “visibles”, podemos mencionar que trabaja tu físico de modo integral. Las piernas, abdominales y brazos se tonificarán. Y claro, por ser una actividad aeróbica, quemarás muchas grasas y reducirás tu peso, siempre que al mismo tiempo te cuides en las comidas. ¡Por favor, no olvides tener agua a mano, ya que haciendo este ejercicio sudarás como nunca!
Cómo empezar
Lo primordial es conseguirte un espacio en el que puedas
ejercitar. Fíjate en la altura del techo, y ten en cuenta que necesitarás
espacio hacia adelante, hacia atrás y a los costados.
No menos importante es la indumentaria. Elige ropa ceñida al
cuerpo, de modo que no te obstaculice ni se enrede con la soga; por más que
haga frío, no te abrigues demasiado. Verás que apenas un minuto de saltar la
soga te hará entrar en calor como pocas actividades.
Siguiendo con el vestuario, enfócate especialmente en el
calzado: es mejor que tenga alguna especie de amortiguación o, al menos, una
suela preparada para practicar deporte. Esto se vuelve relevante si
consideramos el impacto repetitivo que recaerá en nuestras piernas.
Resulta clave saber cuál es el largo de soga que más te
conviene en función de tu altura. Como regla, se dice que tienes que pararte
con los dos pies juntos sobre la soga; luego estira la cuerda, que debe
llegarte al pecho. Y ya: ese es el largo adecuado para ti.
Maneras de saltar la soga
Saltar la soga forma parte del entrenamiento de numerosos deportes. |
Maneras de saltar la soga
Como cada cuerpo es distinto, no te diremos nada acerca de cuánto saltar y cuánto descansar… Lo verdaderamente importante es que lleves un ritmo que no te deje exhausto, moderando la actividad y los descansos. Otro consejo es que siempre trates de superarte, ir cada día un poco más allá, ponerte a prueba como si fuera un desafío.
Si nos detenemos en las maneras de saltar la soga, lo más recomendable para los novatos es comenzar saltando con los dos pies en simultáneo, y a un ritmo moderado. Una vez que domines esta técnica, puedes ir innovando. Por lo general, el siguiente paso es intercalar las piernas cada uno o dos saltos. Si notas que no tienes dificultades, aumenta la velocidad y prueba levantando las rodillas hacia el pecho en cada impulso.
Si ves que te aburres con esto, intenta cruzar los brazos adelante o saltar lo bastante alto —y mover la soga lo suficientemente rápido, obvio— para que pase debajo de tus piernas dos veces en cada ocasión: este es el famoso “salto doble”. Además, es posible saltar llevando la soga en la dirección opuesta, es decir, hacia atrás.
Si ves que te aburres con esto, intenta cruzar los brazos adelante o saltar lo bastante alto —y mover la soga lo suficientemente rápido, obvio— para que pase debajo de tus piernas dos veces en cada ocasión: este es el famoso “salto doble”. Además, es posible saltar llevando la soga en la dirección opuesta, es decir, hacia atrás.
Precauciones para saltar la soga
Como siempre decimos, es fundamental que, antes de realizar
cualquier actividad física, hagas una consulta con tu médico, quien te dará las
mejores indicaciones.
En el caso de saltar la soga, no se indica en personas que
padezcan enfermedades óseas, pues el impacto podría empeorar el cuadro, o
relacionadas con disfunciones en la respiración.
Recuerda la importancia de tomarte unos minutos para estirar
tus músculos antes y después de cualquier actividad física. Así evitarás
dolores y posibles lesiones.
En fin, las variantes y los beneficios de saltar la soga son infinitos, y lo mejor es que aquí hay total libertad para hacer lo que se te ocurra. Sí, ¡igual que cuando lo hacías en tu infancia!
En fin, las variantes y los beneficios de saltar la soga son infinitos, y lo mejor es que aquí hay total libertad para hacer lo que se te ocurra. Sí, ¡igual que cuando lo hacías en tu infancia!
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